La patafísica es un movimiento
cultural francés de la segunda mitad del siglo XX vinculado al surrealismo. El
nombre proviene de la obra "Gestas y opiniones del Doctor Faustroll,
patafísico" de Alfred Jarry. A raíz de su lectura, algunos admiradores
empezaron a practicar una ciencia paródica llamada patafísica, dedicada «al
estudio de las soluciones imaginarias y las leyes que regulan las excepciones.
La patafísica se basa en el
principio de la unidad de los opuestos, y se vuelve un medio de descripción de
un universo complementario, constituido de excepciones. En el universo de
Alfred Jarry todo es anormalidad, donde la regla es la excepción de la
excepción. La regla es lo extraordinario, y eso explica y justifica la
existencia de la anormalidad.
El mismo libro "Gestas y
opiniones del Doctor Faustroll, Patafísico",1 la describe como:
“La patafísica es la ciencia de
las soluciones imaginarias”.
En 1948, como burla de los
colegios profesionales o las academias del arte y las ciencias, Mélanie Le
Plumet, Oktav Votka y J-H Sainmont fundaron el Colegio de Patafísica, una
organización dedicada a difundir la patafísica, que otorgaba títulos
rimbombantes a sus miembros. A lo largo de los años, numerosos artistas fueron
cooptados como «Sátrapas» y/o participantes del colegio de patafísica, entre
ellos Raymond Queneau, Enrico Baj, Boris Vian, Eugène Ionesco, Jean Genet,
Jacques Prévert, Joan Miró, Umberto Eco, Juan Esteban Fassio y Fernando
Arrabal.
Un autor americano, Pablo López,
creó también una adición a la ciencia llamada la patáfora (en particular, en
Closet ' Pataphysics, 1990 y Pataphors, Universidad de Hollins, 1994). Les
Carnets du Collège de ’Pataphysique n°22 (décembre 2005) dan una serie de
ejemplos de patáforas literarios ilustrados fotográficamente. Y en marzo de
2007, un periodista escribió un artículo para el periódico chileno
Granvalparaiso sobre el uso de patáforas por el gobierno chileno.
Hola, pasaba por acá nomás...
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